Redes, incidencia y vivienda cooperativa en cesión de uso desde el trabajo de OFIC en el PERTE
La actual crisis de la vivienda no puede entenderse únicamente como un problema de oferta o de acceso, sino como el resultado de un modelo profundamente especulativo que tensiona los territorios y expulsa a las personas de sus lugares de vida. En contextos como Canarias y Murcia, esta presión se intensifica por la fragilidad del suelo, la dependencia del mercado inmobiliario y la ausencia histórica de estructuras alternativas consolidadas. Desde OFIC, el trabajo desarrollado en el marco del PERTE parte de una convicción clara: impulsar Cooperativas de Vivienda en Cesión de Uso (CVCU) no consiste solo en acompañar proyectos concretos, sino en construir ecosistemas capaces de sostener, proteger y multiplicar un modelo de vivienda no especulativo, arraigado en la Economía Social y Solidaria (ESS) y alineado con la transición ecosocial.
El PERTE como oportunidad para construir infraestructuras colectivas
El PERTE de Economía Social y de los Cuidados se concibe como una herramienta pública orientada a fortalecer sectores estratégicos capaces de generar impacto social, arraigo territorial y transformación estructural. En este marco, el proyecto Ecosistemas de vivienda cooperativa: redes de colaboración, innovación e inclusión ha tenido como objetivo principal reforzar el sector de las Cooperativas de Vivienda en Cesión de Uso (CVCU) mediante la creación de redes profesionales, la transferencia de conocimiento entre territorios y el impulso de estrategias de incidencia desde la Economía Social y Solidaria (ESS).
El proyecto ha sido impulsado por una agrupación interterritorial de entidades de la ESS con amplia trayectoria en el acompañamiento, la investigación y la promoción del modelo de vivienda cooperativa en cesión de uso. Forman parte de esta alianza cooperativas y entidades profesionales con arraigo en Catalunya (La Dinamo Fundació, Lacol y L’Economat), Comunitat Valenciana (Crearqció, Carpe Estudio, El Rogle), Canarias y Murcia (OFIC). Esta diversidad territorial y disciplinar ha sido una de las principales fortalezas del proyecto, permitiendo combinar experiencias consolidadas con contextos emergentes y generar aprendizajes compartidos entre realidades muy distintas.
El proyecto se ha desarrollado de forma interterritorial, conectando entidades y experiencias de distintos territorios con el propósito de compartir conocimiento, contrastar metodologías y reforzar capacidades locales. No se trataba de replicar soluciones cerradas, sino de generar infraestructuras colectivas: equipos técnicos estables, marcos comunes de trabajo y redes de confianza capaces de sostener el modelo de CVCU más allá de proyectos concretos y coyunturas puntuales.
En este proceso han tenido un papel central las Comunidades de Aprendizaje y Práctica (CAP), concebidas como espacios de intercambio entre entidades, profesionales y territorios con distintos niveles de experiencia. Estas comunidades combinaron encuentros online y presenciales, permitiendo un trabajo continuado en el tiempo y, a la vez, momentos intensivos de contraste y profundización. Las CAP se articularon en torno a temáticas estratégicas para el despliegue del modelo —como el acceso al suelo o la asequibilidad de las cooperativas de vivienda— y funcionaron como un laboratorio colectivo donde compartir casos reales, metodologías y aprendizajes, evitando que cada territorio tuviera que empezar de cero y reforzando una mirada común desde la ESS.

En este contexto del PERTE, OFIC ha participado como entidad promotora del proyecto, con un papel especialmente vinculado a los territorios de Canarias y Murcia. Nuestra aportación se ha centrado en tres ámbitos complementarios: el acompañamiento técnico integral a proyectos piloto de vivienda cooperativa en cesión de uso, la articulación y consolidación de redes profesionales locales alineadas con la ESS, y la incidencia territorial para posicionar el modelo de CVCU dentro de las agendas públicas, sociales y profesionales. Este trabajo se ha desarrollado siempre desde una lógica situada, conectando arquitectura, comunidad y territorio, y entendiendo la vivienda como una infraestructura social clave para la transición ecosocial.
El PERTE como proceso, no como programa
Más allá de la ejecución de acciones concretas, el proyecto desarrollado en el marco del PERTE ha sido, ante todo, un proceso de articulación. Un trabajo orientado a crear infraestructuras invisibles: relaciones de confianza, equipos estables, marcos compartidos y metodologías replicables.
Desde OFIC entendemos que el despliegue de las CVCU requiere algo más que voluntad política o grupos motivados. Requiere ecosistemas técnicos capaces de acompañar procesos largos y complejos, alianzas con entidades de la ESS, interlocución sostenida con las administraciones públicas y presencia en el debate social sobre la vivienda y el territorio. El PERTE ha permitido activar estos procesos de forma coordinada, conectando escalas —local, autonómica y estatal— y reforzando el papel de la ESS como marco desde el que pensar políticas de vivienda no especulativas.
Tejer redes profesionales desde la práctica
Uno de los ejes centrales del trabajo ha sido el impulso y consolidación de redes profesionales vinculadas al acompañamiento integral a proyectos de CVCU, especialmente en territorios donde estos ecosistemas eran todavía frágiles o incipientes.
En Canarias, este proceso ha emergido directamente del acompañamiento a la cooperativa EntreAlisios, entendida como proyecto piloto y caso tractor. A partir de su desarrollo se ha ido configurando una red técnica multidisciplinar —arquitectura, ámbito jurídico y económico, facilitación social, bioconstrucción, energía, medio ambiente y agroecología— alineada con los principios del PERTE y de la ESS. No se trata de una suma de proveedores, sino de un equipo complementario que aprende desde la práctica y se proyecta hacia futuros proyectos cooperativos en el archipiélago.

En la Región de Murcia, el trabajo se ha desarrollado desde una lógica distinta pero complementaria. En un territorio donde el modelo se encuentra en una fase más incipiente, el esfuerzo se ha centrado en ordenar y fortalecer colaboraciones existentes, acompañar a grupos emergentes y sentar las bases para una futura red profesional local. La coordinación entre OFIC y Promotora del Común ha permitido garantizar acompañamiento técnico de calidad mientras se identifican y consolidan perfiles arraigados en el territorio, imprescindibles para la autonomía futura del ecosistema murciano.

Este trabajo en red responde a una idea clave: sin equipos técnicos sólidos, situados y alineados con la ESS, la vivienda cooperativa no puede escalar ni convertirse en una alternativa estructural al mercado especulativo.
Incidir para que el modelo exista
Otra de las líneas estratégicas del proyecto ha sido la incidencia territorial, entendida no como comunicación puntual, sino como un proceso continuado de diálogo, pedagogía y construcción de alianzas.
En Canarias, este trabajo ha tenido como eje la articulación del modelo CVCU dentro del ecosistema de la ESS, especialmente a través de la Red Anagos. Incorporar la vivienda cooperativa a este espacio ha permitido situar el acceso a la vivienda en el centro de los debates sobre desigualdad, transición ecosocial y modelo territorial, y abrir vías de intercooperación con entidades sociales, fundaciones, cooperativas energéticas y finanzas éticas.

Paralelamente, se han desarrollado reuniones con administraciones públicas —VISOCAN, cabildos insulares, ayuntamientos— para explorar fórmulas de colaboración público–comunitaria que permitan incorporar la cesión de uso en políticas de vivienda, suelo y rehabilitación. En territorios especialmente tensionados o afectados por procesos de emergencia, como La Palma tras la erupción volcánica, estas conversaciones han abierto la posibilidad de pensar la vivienda cooperativa como herramienta de arraigo, reconstrucción y cohesión comunitaria.

Este trabajo de incidencia parte de una premisa clara: si el modelo no está presente en la conversación pública, no existe. Por eso, junto a las reuniones institucionales, se ha apostado por una presencia activa en medios, eventos, espacios universitarios y publicaciones propias, trasladando el debate sobre la vivienda más allá del sector especializado.
Transferir conocimiento para no empezar siempre de cero
La consolidación del modelo requiere también transferencia de conocimiento. En este sentido, el intercambio entre los equipos técnicos de OFIC y Lacol ha sido una pieza clave para fortalecer el servicio de arquitectura para vivienda cooperativa en Canarias.
Tomando el proyecto de EntreAlisios como caso de estudio vivo, este intercambio ha permitido contrastar metodologías, resolver incertidumbres técnicas y adaptar aprendizajes provenientes de territorios con mayor recorrido al contexto insular. La reflexión conjunta sobre sistemas constructivos ha derivado en la apuesta por los Bloques de Tierra Comprimida (BTC), fabricados localmente por la empresa de inserción AldeasLab, conectando arquitectura, economía circular, empleo inclusivo e industria de proximidad.

Este proceso ejemplifica una idea central del PERTE: el conocimiento no se transfiere copiando soluciones, sino reinterpretándolas desde el territorio, incorporando sus límites, recursos y culturas materiales. Así, la vivienda cooperativa se convierte no solo en respuesta habitacional, sino en herramienta para activar economías locales y narrativas alternativas sobre cómo y para quién se construye.
Lo que queda después del PERTE
El PERTE no cierra procesos, los abre. Al finalizar este ciclo, quedan redes en consolidación, metodologías compartidas, alianzas incipientes y muchas preguntas abiertas. Queda, sobre todo, una infraestructura colectiva más robusta para seguir impulsando un modelo de vivienda no especulativo desde la ESS.
Desde OFIC entendemos este trabajo como parte de un camino más largo, hecho de tiempos lentos, conflictos, aprendizajes y cuidados. Un camino que no busca soluciones rápidas, sino transformaciones profundas en la forma en que habitamos, producimos ciudad y nos relacionamos con el territorio. Construir ecosistemas para la vivienda cooperativa en cesión de uso es, en última instancia, una forma de defender el derecho a habitar sin expulsión, sin especulación y poniendo lo comunitario en el centro.
Actividad desarrollada dentro del PERTE “Ecosistemas de Vivienda Cooperativa: Redes de colaboración, innovación e inclusión”. Financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU a través del PERTE de economía social y de los cuidados.
