Mesa Mestura. CEIP Jedey, Las Manchas (La Palma). Oficina de Innovación Cívica S.Coop. Diciembre 2023
Memoria y arraigo después del Tajogaite
85
Días de erupción
7.000
Personas desplazadas
Septiembre de 2022. Ha pasado un año desde que inició la erupción del volcán Tajogaite. Después de un primer año centrado en la urgencia, seguía siendo una época complicada para los habitantes del Valle, marcada por el duelo, el desarraigo y la aceptación. En un estado de fragilidad emocional generalizada, relacionarse requería voluntad, paciencia y empatía.
En este contexto el proyecto comunitario Mestura La Palma, nace con el propósito de fortalecer la identidad y el arraigo de las vecinas del Valle de Aridane afectadas por el volcán.
Con este objetivo —a través de la puesta en valor del patrimonio comunitario perdido y la reivindicación del espacio doméstico— se desarrollaron cinco acciones/dispositivos principales:
El acompañamiento y cuidado de la Comunidad Mestura
Mestura pretende generar impacto significativo en una comunidad concreta y definida, grupos donde poder establecer relaciones de confianza y trabajo continuo. Así, trabajamos a través de los grupos ya creados por Cruz Roja, espacios de encuentro cotidianos, íntimos, cercanos y seguros.
Esta es la historia de 28 personas del Valle de Aridane, que habitan al norte y al sur de la colada pero que al haber vivido situaciones similares han creado un espacio seguro y de acompañamiento.
28
Personas han sido parte de la Comunidad Mestura
En Los Llanos, los vecinos y vecinas se vieron obligadas a desplazarse y cambiar sus contextos de vida. Por este grupo han pasado hasta dieciocho personas maravillosas: Antonio, Águeda, Bella, Clara, Lala, Felicia, Manolo, Inés, María, Carmen, Nieves, Nivaria, Rocío, Rosa, Reyes, Lita, Migdalia y Lourdes
En Jedey, a pesar de que las vecinas pudieron regresar a sus hogares, el barrio y el tejido social había cambiado. Luza, Carmen, Chavela, Bebe, Pila, Charo, Pino, Nena, Nívia y Ana María, han hecho del café y las pastas la excusa perfecta para hacerse compañía.
La mediación periódica con ambos grupos se estructuró en diferentes sesiones donde reflexionar y profundizar a través de diversas herramientas en la relación entre el patrimonio comunitario y la vida doméstica con el arraigo y la identidad de la comunidad. Durante el proceso descubrimos que tejer estos vínculos interpersonales incidía directamente en el bienestar de nuestra comunidad pero también ayudaba a reconectar con el territorio y construir un nuevo sentido de pertenencia.
El patrimonio comunitario como punto de partida
+80
Patrimonios Comunitarios recopilados
9
Categorías
Entendemos como patrimonio comunitario a todos aquellos bienes comunes culturales, naturales o históricos que son de importancia para la comunidad y son sostenidos por sus habitantes. En un contexto de pérdida, preservar la memoria colectiva que conforman la identidad y herencia de un territorio resulta fundamental para fomentar un sentido de pertenencia entre sus miembros.
Así, la primera etapa de Mestura La Palma se centró en reconocer junto a los vecinos del Valle los bienes comunes que los identifican. El resultado lo organizamos en torno a nueve tipos de patrimonios para facilitar su entendimiento: (1) doméstico, (2) asociativo, (3) festivo, (4) religioso, (5) educativo, (6) gastronómico, (7) memoria oral, (8) agrícola, (9) paisajístico.
Aunando recuerdos viajeros. El Cofre Mestura
85
Cofres entregados
3
su ciclo
+25
Personas aportaron
tesoros a uno de los Cofres
En el marco de esta investigación y con el objetivo de tejer redes comunitarias, realizamos una acción experimental que actuara como incentivo para que la comunidad pasara a la acción y así abrir un nuevo canal para expresar y recibir afectos entre personas que pudieran estar atravesando una situación similar.
Los diferentes Patrimonios Comunitarios identificados nos permitieron crear nuestro primer dispositivo: El Cofre Mestura. Este objeto pretende involucrar a las personas afectadas bajo el interés de la construcción de un tesoro colectivo. A través de este juego de conexiones humanas cada receptor debía agregar un pequeño tesoro que representara el patrimonio al que el cofre hacía referencia. Así, se genera una cadena de personas que deben custodiar y cuidar cada memoria recogida hasta la siguiente, creando un cofre de recuerdos, objetos y relatos. Un dispositivo que a través del viaje lograba poner en valor la memoria individual y comunitaria del Valle de Aridane.
Haciendo “zoom” en el patrimonio doméstico
1
Mantel Comunitario
6
Recetas
El trabajo realizado nos llevó poner el foco en el entorno doméstico y los espacios cotidianos como el contexto ideal para trabajar con la comunidad después de la emergencia. Un tema delicado pero potente desde el que trabajar la pérdida, la identidad y el arraigo desde una perspectiva íntima, personal y constructiva. De este modo, no solo se reconoce la importancia de lo doméstico, sino también se constituye un espacio para sanar y reconstruir colectivamente.
La vivienda, más allá de sus paredes, está llena de significado. Cada actividad doméstica, desde preparar café hasta observar la fotografía de un momento preciado, son expresiones de la cotidianidad y la conexión emocional con nuestro hogar y nuestra forma de vida.
En este contexto, trabajamos con los diferentes grupos acciones concretas del patrimonio doméstico que nos permitiera reconstruirlo y reforzarlo colectivamente. Así, el grupo de los Llanos creó un mantel comunitario en afán de rescatar la costura, un hábito arraigado a su identidad. Un conjunto de retales cosidos que simboliza la capacidad humana de sanar a través de la colaboración, la solidaridad y la reinvención de viejas prácticas para resignificar en el presente. Por otro lado las vecinas de Jedey (Las Manchas), decidieron aprovechar su talento y pasión por la comida para generar un recetario que las representara. Un recopilatorio de recetas de aquellas que te transportan a casa, a la infancia. Aquellas que se han transmitido generación tras generación como parte de su identidad y arraigo.
Del hogar a la mesa
A lo largo del proceso, descubrimos que la mesa es el elemento central que facilita nuestros encuentros cotidianos. Un objeto aparentemente simple y funcional pero con un valor fundamental al convertirse en el epicentro de cualquier lugar que habita. Es el corazón de lo doméstico, el lugar donde forjamos lazos y compartimos las historias que nos definen.
La selección de objetos colocados sobre la mesa, la ubicación de esta y las personas que se sientan alrededor de ella desempeñan un papel crucial en la formación de vínculos y la configuración de experiencias únicas para transformar el territorio.
Mestura La Palma visibiliza la importancia de la convivencia en torno a la mesa, como medio para la construcción de relaciones significativas y el diseño de un futuro enriquecedor para la comunidad del Valle de Aridane.
La (sobre)mesa
Si bien la mesa da soporte a los encuentros cotidianos, la sobremesa resulta el contexto ideal para la convivencia, el cuidado mutuo y la canalización de conversaciones que nos permiten vislumbrar futuros posibles.
Esta distinción entre la mesa como objeto y el contexto que genera a través de la sobremesa nos lleva a repensar esta idea. Así, optamos por utilizar el concepto “(sobre)mesa” como concepción cuya definición trasciende de la tradicional haciendo visible por un lado la importancia de la “sobremesa” como contexto y por otro lado “sobre la mesa”, resaltando el objeto cotidiano capaz de ofrecernos un abanico de posibilidades. De esta forma, la mesa junto a la sobremesa conforman la pareja perfecta para crear espacios domésticos en el espacio público.
Primer encuentro comunitario
En medio de esta búsqueda por recuperar esos lazos sociales esenciales, se gestó un encuentro que marcaría el proceso: las “Conversaciones de Sobremesa”. Un momento donde reunir a los diferentes grupos con los que veníamos trabajando en la mediación con otras personas, entidades y agentes del Valle con el objetivo de explorar el potencial de un contexto de sobremesa en el espacio público.
“Conversaciones de Sobremesa” fue el inicio de un diálogo auténtico y un entendimiento mutuo entre todas las partes, un paso vital hacia la revitalización de los lazos que unían a esta comunidad marcada por la adversidad.
¿Qué ocurre cuando colocas la misma mesa en diferentes lugares del Valle, con objetos y personas diversas?
Luces, cámara y acción
La (sobre)mesa y todas las oportunidades que se generaban en ella, fue la musa para tratar de comunicar todas las reflexiones que estábamos teniendo sobre la misma y aunar todo el proceso de sanación de nuestra comunidad.
Así, el corto y el documental “(SOBRE)MESA” no sólo aúna documentos audiovisuales del proceso de Mestura, sino también actúa como una herramienta de transformación. En sus propias imágenes y palabras, se revela el poder de la mesa como catalizadora de conversaciones, un símbolo de la sociedad que podríamos ser, del territorio que podríamos construir.
Dispositivo final: La Mesa Mestura
4
Mesas repartidas por el Valle
Tras todo lo vivido, lo teníamos claro: Mestura La Palma debía finalizar su ciclo otorgando a la comunidad de un soporte donde continuar sus encuentros semanales y disfrutar de aquello que hacen juntas.
La Mesa Mestura es fruto de la observación y la experimentación de un espacio de encuentro cotidiano. Su diseño responde a condicionantes para una sobremesa cercana y agradable. Con capacidad para 8 comensales, puede acoger hasta 12 personas a su alrededor. Sus dimensiones (1,20 x 1,40m) están pensadas para crear las condiciones para una conversación cómoda en el que todas las personas puedan verse las caras a una distancia adecuada para la escucha.
Esta tiene un diseño modular y desmontable, compuesta de 3 elementos diferenciados:
El tablero
Es el lienzo que diferencia entre el espacio de cada comensal y el espacio central o compartido. Hay varios tipos de tablero que aportan diferentes posibilidades de utilización en función de los objetos que puedas colocar sobre ella.
La estructura
Funciona con un sistema de ensamble de burras desmontable. Está centrada y retranqueada para no limitar la forma de sentarte alrededor de la mesa.
Los objetos de sobremesa
Se diseñan para anclarse al tablero. Elementos modulares para almacenar, jugar y equipar La Mesa para que se adapte a cada momento concreto, a cada sobremesa.
Futuro del Valle
Mestura La Palma ha sembrado una semilla para abordar la reconstrucción del territorio teniendo en cuenta la salud comunitaria. Hemos reflexionado y creado una narrativa en torno a la cultura comunitaria, la identidad y el arraigo como formas de cuidar y construir de nuevo el territorio. Se ha conectado el Valle a través de vínculos personales entre norte y sur. Se han tendido puentes con entidades locales que aseguran una transición hacia la siguiente etapa. Se han establecido canales de comunicación con las diferentes instituciones para determinar qué papel quieren jugar en el futuro del Valle. Se plantea una estrategia de transformación del territorio desde la acción vecinal y la cultura comunitaria.
Estas mesas representan un modelo para el futuro del Valle. Son las primeras de muchas que pueden instalarse por todo el territorio y formar parte de una red de espacios comunitarios donde la comunidad se reúna, se apropie del lugar, lo custodie y se identifique con ellos. Se sienta como en casa.
